Despido Objetivo
El despido objetivo es una figura legal que se utiliza en España para dar por terminada la relación laboral entre un empleado y un empleador. A diferencia del despido disciplinario, que se produce por un incumplimiento grave del trabajador, el despido objetivo está relacionado con causas que afectan al funcionamiento y solvencia de la empresa.
Es importante destacar que el despido objetivo no representa una sanción para el trabajador, sino que es una medida que toma el empleador para adaptar la plantilla a las necesidades de la empresa. Para que un despido objetivo sea válido, el empresario debe cumplir con tres requisitos legales: comunicar el despido por escrito, ofrecer la indemnización correspondiente y entregar el finiquito al trabajador.
- Causas del despido objetivo
- Tipos de calificación del despido objetivo
- Indemnización por despido objetivo
- Proceso de impugnación del despido objetivo
- Prestación por desempleo y días de vacaciones pendientes
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Preguntas Frecuentes|FAQ
- 1. ¿Cuáles son las causas del despido objetivo?
- 2. ¿Qué requisitos debe cumplir el empresario para que el despido objetivo sea válido?
- 3. ¿Cuáles son los tipos de calificación del despido objetivo?
- 4. ¿Cómo se calcula la indemnización por despido objetivo?
- 5. ¿Cómo se puede impugnar un despido objetivo?
- 6. ¿Cómo afecta el proceso de impugnación del despido objetivo a la prestación por desempleo y a los días de vacaciones pendientes?
Causas del despido objetivo
Existen diferentes causas que pueden motivar un despido objetivo en España. A continuación, se detallarán las más comunes:
Ineptitud sobrevenida
Este tipo de despido se produce cuando el trabajador, a pesar de haber sido competente en un principio, ha perdido las habilidades necesarias para desempeñar su puesto de trabajo. Por ejemplo, si un empleado que antes era eficiente en su labor se vuelve incapaz de cumplir con las tareas asignadas debido a un deterioro de sus capacidades.
Falta de adaptación a cambios técnicos
En un entorno laboral en constante evolución, es fundamental que los trabajadores sean capaces de adaptarse a los cambios tecnológicos o técnicos que se producen en la empresa. Si un empleado no es capaz de adquirir las habilidades necesarias para trabajar con nuevas herramientas o tecnologías, el empleador puede optar por un despido objetivo.
Causas económicas
En situaciones de dificultades económicas, las empresas pueden necesitar reducir su plantilla para garantizar su viabilidad. El despido objetivo por causas económicas se produce cuando la empresa atraviesa una situación financiera complicada y necesita ajustar sus gastos, lo que implica prescindir de algunos empleados.
Causas técnicas
Los cambios en los procesos o métodos de producción pueden hacer que ciertos puestos de trabajo se vuelvan innecesarios. En estos casos, el empleador puede optar por un despido objetivo para prescindir de esos empleados y adaptar la estructura de la empresa a las nuevas necesidades.
Causas organizativas
En ocasiones, las empresas necesitan reorganizar su estructura interna para mejorar su eficiencia o reducir costos. Esto puede implicar la eliminación de determinados puestos de trabajo, lo que se puede llevar a cabo a través de un despido objetivo.
Causas productivas
La demanda de productos o servicios de una empresa puede variar a lo largo del tiempo. En situaciones en las que la empresa necesita ajustar su plantilla en función de la demanda, puede optar por un despido objetivo para adaptarse a las necesidades del mercado.
Causas poco comunes o derogadas
Además de las causas mencionadas anteriormente, existen otras menos comunes o que han sido derogadas. Por ejemplo, antes se podía despedir a un trabajador por falta de dotación económica, es decir, si la empresa no tenía suficientes recursos para pagarle. Sin embargo, esta causa ha sido eliminada de la legislación laboral. Otro ejemplo es el despido por faltas de asistencia, que fue derogado en 2020.
Tipos de calificación del despido objetivo
Una vez que se produce un despido objetivo, este puede ser calificado de diferentes formas según las circunstancias. A continuación, se explicarán los tres tipos de calificación más comunes:
Procedente
Un despido objetivo es considerado procedente cuando se cumplen todas las condiciones legales y no existen irregularidades en el proceso. Esto significa que el empleador ha comunicado el despido por escrito, ha ofrecido la indemnización correspondiente y ha entregado el finiquito al trabajador de manera adecuada.
Improcedente
Un despido objetivo es considerado improcedente cuando se cumplen las condiciones legales, pero existen irregularidades en el proceso o en la justificación de las causas. Por ejemplo, si el empleador no ha comunicado el despido por escrito o no ha ofrecido la indemnización correspondiente de manera correcta, el despido puede ser calificado como improcedente.
Nulo
Un despido objetivo es considerado nulo cuando se ha producido una vulneración de derechos fundamentales del trabajador. Esto puede incluir casos de discriminación, represalias o cualquier otra forma de violación de los derechos laborales. En estos casos, el despido se considera nulo y el trabajador puede solicitar su readmisión en la empresa.
Indemnización por despido objetivo
La indemnización por despido objetivo varía según la calificación del despido y el tiempo que el trabajador haya estado en la empresa. A continuación, se detallarán los diferentes escenarios:
Despido objetivo procedente
En caso de que el despido objetivo sea considerado procedente, la indemnización corresponde a 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Esto significa que el trabajador recibirá una compensación económica equivalente a 20 días de su salario por cada año que haya trabajado en la empresa, con un límite de 12 mensualidades.
Despido objetivo improcedente
Si el despido objetivo es considerado improcedente, la indemnización aumenta a 33 días de salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades. En este caso, el trabajador recibirá una compensación económica mayor, equivalente a 33 días de su salario por cada año trabajado, con un límite de 24 mensualidades.
Despido objetivo nulo
En caso de que el despido objetivo sea considerado nulo, no suele haber indemnización. Sin embargo, si el trabajador puede demostrar que ha sufrido daños y perjuicios como consecuencia del despido, puede solicitar una indemnización adicional por los mismos.
Proceso de impugnación del despido objetivo
Si un trabajador considera que su despido objetivo es injustificado o no cumple con los requisitos legales, tiene la posibilidad de impugnarlo. A continuación, se explicarán los pasos a seguir en este proceso:
Papeleta de conciliación
El primer paso para impugnar un despido objetivo es presentar una papeleta de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). Esta papeleta tiene como objetivo intentar llegar a un acuerdo con la empresa antes de acudir a la vía judicial. En la papeleta se detallarán los motivos de impugnación y se solicitará una indemnización o la readmisión en el puesto de trabajo.
Demanda judicial
Si no se llega a un acuerdo en la conciliación, el trabajador puede continuar con una demanda judicial para impugnar el despido objetivo. En este caso, será necesario contar con la representación de un abogado laboralista, quien se encargará de presentar la demanda y llevar adelante el proceso judicial.
Importancia de contar con un abogado laboralista
Es fundamental contar con el asesoramiento y la representación de un abogado laboralista en casos de impugnación de un despido objetivo. Un abogado especializado en derecho laboral podrá analizar la situación, evaluar las pruebas y argumentos disponibles, y brindar el mejor asesoramiento para defender los derechos del trabajador durante el proceso judicial.
Prestación por desempleo y días de vacaciones pendientes
Es importante tener en cuenta cómo afecta el proceso de impugnación del despido objetivo a la prestación por desempleo y a los días de vacaciones pendientes:
Percibir la prestación por desempleo
El trabajador tiene derecho a percibir la prestación por desempleo aunque esté en proceso de reclamación por despido objetivo. La impugnación del despido no afecta a la posibilidad de solicitar y recibir la prestación por desempleo, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Días de vacaciones pendientes
Al calcular la indemnización por despido objetivo, es importante tener en cuenta los días de vacaciones pendientes que el trabajador tenga acumulados. Estos días deben ser remunerados y se sumarán al cálculo de la indemnización correspondiente. Es fundamental que el empleador tenga en cuenta esta situación al realizar el pago de la indemnización.
Preguntas Frecuentes|FAQ
1. ¿Cuáles son las causas del despido objetivo?
Las causas del despido objetivo pueden ser la ineptitud sobrevenida, la falta de adaptación a cambios técnicos, causas económicas, causas técnicas, causas organizativas y causas productivas. También existen causas poco comunes o derogadas, como la falta de dotación económica y el despido por faltas de asistencia (derogado en 2020).
2. ¿Qué requisitos debe cumplir el empresario para que el despido objetivo sea válido?
Para que el despido objetivo sea válido, el empresario debe cumplir con tres requisitos legales: comunicar el despido por escrito, ofrecer la indemnización correspondiente y entregar el finiquito.
3. ¿Cuáles son los tipos de calificación del despido objetivo?
Los tipos de calificación del despido objetivo son: procedente, improcedente y nulo. Un despido objetivo es considerado procedente cuando se cumplen todas las condiciones legales y no existen irregularidades en el proceso. Es considerado improcedente cuando se cumplen las condiciones legales, pero existen irregularidades en el proceso o en la justificación de las causas. Y es considerado nulo cuando se ha producido una vulneración de derechos fundamentales del trabajador, como discriminación o represalias.
4. ¿Cómo se calcula la indemnización por despido objetivo?
La indemnización por despido objetivo depende de si el despido es procedente, improcedente o nulo. En caso de despido objetivo procedente, la indemnización es de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. En caso de despido objetivo improcedente, la indemnización es de 33 días por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades. En caso de despido objetivo nulo, no suele haber indemnización, a menos que se demuestren daños y perjuicios.
5. ¿Cómo se puede impugnar un despido objetivo?
Para impugnar un despido objetivo, se puede presentar una papeleta de conciliación para intentar llegar a un acuerdo con la empresa antes de acudir a la vía judicial. Si no se llega a un acuerdo en la conciliación, se puede continuar con una demanda judicial. Es recomendable contar con un abogado laboralista en estos casos, ya que puede asesorar y representar al trabajador durante el proceso de impugnación.
6. ¿Cómo afecta el proceso de impugnación del despido objetivo a la prestación por desempleo y a los días de vacaciones pendientes?
Durante el proceso de impugnación del despido objetivo, se puede percibir la prestación por desempleo aunque se esté en proceso de reclamación. Sin embargo, es importante tener en cuenta los días de vacaciones pendientes al calcular la indemnización por despido objetivo.
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